Verano, verano…¡Pekín!

El 08 del 08 del 2008 se inauguraron los que iban a ser los mejores juegos de la historia…récords de participaciñón y países, instalaciones propias de dioses y un número de voluntarios que prometía lo mejor para todos.

La ceremonia de inauguración, tan espectacular y sincronizada… controles antidopping…juración de imparcialidad por los jueces… que bonito es todo, y vaya con lo que nos encontramos después.

Ignorando el hecho de que hubo unos cuantos chanchullos en la inauguración (véase la niña que dio su voz a otra mucho más »perfecta»), los juegos prometían. Phelps, el rey del Cubo de agua…Usaín Bolt el rey del Nido y la velocidad, y, sin embargo, no todo fue tan perfecto. Lamentablemente algunos chanchullos se hicieron demasiado evidentes, el caso de la vela, con los daneses, o el caso del suelo, con Deffer. A los y las atletas españoles no les pusieron las cosas nada fáciles, pero tampoco dio la impresión de que se merecieran un oro, quizá un bronce en algunos casos, pero no los puestos que se llevaron. Sin embargo no estoy aquí para hablar de las fullerías de los jueces, que desde el primer momento impusieron una severidad inhumana, ni de los dos atletas que se doparon, ni de la francesa que se quedó a las puertas de entrar por una decisión arbitraria, estoy aquí para hablar de otras cosas más mejores.

Este es el caso de la situación de los »voluntarios», trabajando 24/7, llueva o truene, sin parar. O el caso de los constructores del Nido, traídos por el propio estado para trabajar sin contrato, y luego echados vilmente, despuñes de quemar y demolir las chabolas en las que vivían. Es el caso del fuerte control mediático, y de cómo lo que parecía ser unos juegos libres acabó siendo un juego mas bien tintado por unos actos terribles.

También quero denunciar, alto y claro, la pésima retransmisión de TVE, que dejó muchísimo que desear, retransmitiendo pruebas largas, de más de una hora, más de una vez, con horarios horribles. Qué decir que la final de Nadal se retransmitió tres veces en el mismo día, y sin embargo la gimnasia rítmica una única vez a las 6 de la mañana, o el caso de los partidos de hockey, o balonmano, que se retransmitiían dos veces, y la hípica ninguna. El bádminton, que sustituyó el volley playa, o el caso de la natación, que al ganar medalla se repitió cien veces y el salto de trampolín ni se mencionó. El baloncesto estuvo increíble, la final fue histórica, pero aquello no justificó que la tuviese que ver dos veces, y luego una vez más en el resumen. Pero qué remedio.

Vaya vaya con Pekín, los juegos más grandes de la historia, 36 récords del mundo, y los más oscuros de la misma. 4 años después de la maravillosa Atenas 2004 para encontrarme con esto… y ahora 4 años más para Londres.

Decepcionante, en muchos sentidos, esta experiencia. 4 años más para llevarme otra sorpresa, quizá peor que esta, o mucho mejor. Eso es algo que no sabré hasta que llegue el momento. Ahora mismo me quedo con un amargo sabor de boca de estos últimos juegos, y espero que para los próximos las cosas vayan mejor, y se luche más por las medallas que por una buena plaza.

He dicho.